Luna, mi compañera de vida

Mina y Luna, con mirada enigmática y profunda Sus juegos y su carácter Luna fue una gatita inteligente, cariñosa y preciosa, mezcla de siamés y gata común. Su carácter tranquilo hacía la convivencia fácil y única. Podías cogerla en brazos, bailar con ella o acunarla sin que huyera ni se quejara jamás. Tenía una pequeña pelota de juguete: yo se la lanzaba y ella corría tras ella para traérmela, dejándola con suavidad en mi mano extendida para que la volviera a lanzar. También jugábamos al fútbol con esa misma pelotita. Luna era una excelente portera, aunque a veces decidía ser delantera y devolvía la pelota de un golpe con su patita. Todos los amantes de los gatos comprenderán lo que digo: cada felino tiene un carácter propio, único, que los define. Diecinueve años juntas Vivió conmigo diecinueve años, acompañándome en mis penas y en mis alegrías. Ella solo me regaló amor, ternura y compañía. Un año y medio antes de su partida, el veterinario le diagnosticó insuficiencia renal, una ...